"Normalísimo tener un mal día, chama. No todo puede ir bien siempre, es lógico" le habría dicho yo a cualquier amiga.
Pero nunca pensé que "No siempre vas a hablar bien en tus discursos, no siempre vas a confundir tu horario... Momento, ¿¡QUÉ!?" sería una frase que tendría que repetirme a mí misma durante toda la tarde.
Sí. Confundí mi horario y asumí que mi clase de las 3pm, era a las 4pm y eso me hizo ser merecedora de dos grandísimas -hijasdeputa- inasistencias.
Es normal tener días nefastos en los que nada va como una quiere, porque, para poner la guinda en la torta, estás en esos días y todo huele mal.
PERO DUELE COMO LA MIEEEEERDA, ¿AH?
Duele horrible ser el punto negativo al que la profesora se refiere para regañar a los demás.
Duele horrible que nadie entienda un discurso en el que trabajaste una semana.
Me fui al horno y no quiero visitas.
USH!
Muchas veces confundimos los dias y las horas motivadas por un temor al fracaso...
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