O bien son guapos, viriles e infieles ¡y lloramos!
O bien son vanidosos, fatuos e impotentes ¡y lloramos!
O bien son cretinos, pegajosos, idiotas ¡y les hacemos llorar!
Y lloramos por quedarnos solas llorando. (pág. 64).
Yo no creo en Internet, creo en la vida, en la carne de la vida, creo en el deseo que arrastra la vida, y si el deseo se agota, es que ya no eres digna de él. (pág. 64).
—La sociedad se ríe de la gente. Les roba su tiempo, la única cosa a la
que no se ha puesto precio y que cada uno posee para hacer lo que quiera con
él. (pág. 100).
—A ti no te gustan los hombres.
—Sorry: los he amado demasiado, por eso los mantengo a distancia. (pág. 211).
El avaro se alimenta de oro, el libertino de carne,el orgulloso de vanidad, pero el ambicioso que no ha triunfado ¿de qué se nutre si no es de sí mismo? (pág. 315).
Para la supervivencia de una pareja, es mejor dos buenas mentiras que dos verdades malvadas. (pág. 415).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
tú también diVagas