"- Todos los perros pueden hacerlo si los enseñan -dijo ella-. Lo que pasa es que los dueños se pasan la vida educándolos con hábitos que los hacen sufrir, como comer en platos o hacer sus porquerías a sus horas y en el mismo sitio. Y en cambio no les enseñan las cosas naturales que les gustan, como reír y llorar."
María dos Prazeres, "Doce Cuentos Peregrinos". Gabriel García Márquez.
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