23 dic 2009

Entre gustos y colores...

... No han escrito los autores.

ABRO COMILLAS

El tequeño ofrece la ventaja de que puede servirse a toda hora y en cualquier ocasión: acompañando unos tragos en una reunión o coctel, en una fiesta infantil, como entrada de una comida y hasta para desayuno en su versión gigante o “tequeñón”. Va bien con cualquier bebida, alcohólica o no, y puede servirse con una variedad de salsas. Son fáciles de comer y muy rápidos de preparar, pues se fríen en cuestión de minutos y pueden almacenarse congelados durante seis meses. Al igual que en las fiestas, la presencia de los tequeños en el recetario venezolano ha sido una constante junto a platos de tanta tradición como las hallacas, el pan de jamón y el dulce de lechosa. Con el paso del tiempo han surgido ligeras variaciones en cuanto al tipo de masa y el relleno empleados. Las versiones dulces, con chocolate o papelón, se han popularizado en los puestos de comida rápida mientras que otras más exquisitas se ofrecen en distintos locales capitalinos, como los tequeños de masa philo rellenos con jamón serrano.


CIERRO COMILLAS

(FUENTE: http://www.eluniversal.com/etemas/archivo/sabor261105/vivirsabor3)

 
Sin embargo, me parecen horribles. Son excesivamente comunes, hechos con una masa absultamente detestable y rellenos del queso más salado que encuentran en la charcutería.
Odio los tequeños en todo momento y a cualquier hora. Odio su olor, sabor y textura.
Me parece un poco absurdo que no conforme con consumir cantidades industriales de tequeños en la fiesta de la prima, del amigo, del tío, de la abuela y de vaya.usted.a.saber.quién la gente tenga las santas ganas de ir a un centro comercial a comprar 7 tequeños por 20 bolívares feos. Veinte. Se lee viente.





¡LA GENTE SÍ ES CHÉVERE, VALE!


2 comentarios:

  1. JAJAJAJAJAJA BUENOOO! LOS DE CINEX NO SON TAN MALOS JAJAJAJAJA

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